Hímnica y terrena, figurativa y abstracta, inorgánica y mineral, térmica y telúrica; así es la poesía vertida en este puñado de textos agavillados por el latido de una voz afincada en el desasosiego. El canto elevado y la elegía a ras de suelo se mezclan en los estratos que velan y a veces revelan la intimidad corpórea, el dolor y el gozo fugaz de un yo que indaga y halla en la naturaleza el símbolo ubicuo de lo perecedero. La textura caliginosa de la palabra y la cadencia vibrátil del verso y el versículo irradian en Icebergs la congoja de la poeta ante los celajes de ese lapso emplazado entre dos nadas infinitas que llamamos existencia; sin embargo, el ser ya curtido que poetiza en la intemperie alivia su desgarro con lascas de llaneza que testimonian su plena conciencia de la poquedad quizás feliz de todo lo que está en el mundo.
Ismael Cabezas nació en La Línea de la Concepción en 1969.
«Tiendo la colada mirando la montaña.
Todo lo veo, las verduras
los animales, la presencia.
Parece que estoy detenido en la nada:
la ropa mojada, la montaña lejana y
el hombre despeinado.
Pasan pájaros. Ya inician los mirlos.
Hay un zumbido que debe ser el
otro mundo. Sé que no haré nada
más importante en todo el día.»
• Antonio Rigo nació en Palma de Mallorca en 1957.
«Nada para cenar es el poemario del hambre, de las ganas, el de los apetitos del corazón y del estómago. Con la boca abierta, Inma Luna da salida en el que fue su primer poemario ahora reeditado a la voz del instinto vital, de los deseos. Sacudiéndose miedos construye un menú de intenciones que se resumen en una: que la vida no nos deje nunca sin nada para cenar.»
"Imagen que persigo, sólo exacta en mis ojos.
Bebo del espejismo, de tu agua inventada.
La del crío es mi sed, la que agita los posos.
Su incesante inquirir, su acuciar desandado."
• Ricardo Hernández Bravo nació en La Palma (Canarias) en 1966.
«Ni pisar el césped descalzos ni jugar a la pelota en la plaza. Ni la reunión ni la expresión. Como en esos bares en los que se prohibe cantar, ya hasta el sonido del aire en los pulmones molesta.
Y precisamente porque todo está prohibido, sólo silbar no es suficiente. Ya que nada se puede, que todo sea voz. Lejos del canto ligero de quien transita las calles, el uso de la llamada en grito.»
• Sofía Castañón (Gijón, Asturias, 1983) es filóloga
Después de reunir en 1.028 olas (Baile del Sol, 2007) la cosecha de un lustro de veraneos en el Cabo de Gata, Juanjo Barral (Oviedo, 1962) entrega ahora en La sombrilla de Mahou una selección de poemas escritos desde entonces en diversos parajes de la costa española: Lanzarote, Cádiz, Ibiza, Almería de nuevo... Un álbum de viñetas estivales en el que no faltan el humor y el amor, la complicidad familiar y el elogio del paisaje, pero tampoco el repaso a los muchos despropósitos que deja al aire España -y sus turistas y sus veraneantes- cuando se destapa.